La sexualidad forma parte de nuestro bienestar. Está relacionada con la manera en que comparto con las personas y el entorno que me rodea, incluyendo no sólo la dimensión sexual, sino también la posibilidad de decidir, el respeto y la diversidad.
A la hora de compartir es muy importante establecer relaciones sanas, que partan del respeto y el autocuidado, para esto debes:
1. Quererte a ti mismo.
Tu cuerpo es un aliado, no un enemigo. Aceptarlo y conocerlo son el primer paso para entender tu sexualidad; reconocer tus cualidades y compartirlas, no solo te hará sentir increíble, sino también tomar decisiones más responsables y saber qué te gusta y qué no.
2. Si tienes pareja ¡Habla con ella!
La comunicación te permite conocer los gustos y límites del otro para respetarlo y mejorar la calidad de vida sexual.
3. Elegir libremente.
Date la posibilidad de fortalecer tu autonomía para tomar decisiones, solo tú puedes saber: qué quieres, con quién y en qué momento.
4. Disfrutar tu intimidad ¡Fuera tabús!
Evita que la culpa, los prejuicios y la vergüenza se apropien de ti, tienes derecho a explorar tu sexualidad siempre y cuando se garantice tu integridad física.
5. Darle salud a tu sexualidad ¡Practica sexo seguro!
El uso del preservativo, masculino o femenino, es una medida de protección básica para prevenir infecciones de trasmisión sexual.
Si eres un paciente que ‘vive con VIH’ tu sexualidad no tiene por qué afectarse, simplemente tienes que familiarizarte con las formas saludables de hacerlo para proteger a los demás y a ti mismo de otras infecciones de transmisión sexual.
Sácate esa duda de la cabeza.
Aquí te respondemos muchas de las cosas que quisieras saber pero te da pena preguntar, debes saber que es posible llevar y disfrutar una sexualidad responsable y saludable siendo VIH positivo. Toma nota:
¿Debo decírselo a mi pareja?
Definitivamente la respuesta es ¡Sí!, lo ideal es que seas siempre lo más honesto posible si estás considerando tener relaciones sexuales con una persona. ¿El motivo? Ambos serán más conscientes y cuidadosos, además esta persona será una red de apoyo adicional para ti. Tú siempre podrás elegir el mejor momento, en el menor tiempo posible.
¿Voy a tener ganas?
La ansiedad o depresión que te puede generar el tener que explicar a los demás que vives con VIH y algunos efectos de los medicamentos para su tratamiento, podrían llevar a la pérdida del deseo sexual. En cualquiera de los casos, hablar de este tema con tu médico tratante contribuirá a la solución para aprender a manejar de una manera placentera y sana tu sexualidad, recuperar la confianza y perder el miedo.
¿Cómo debo proteger y protegerme?
Evita el sexo desprotegido, para esto debes usar siempre condón en todas las relaciones sexuales penetrativas anales, vaginales u orales. ¿Para qué? La idea es no transmitir el virus a otras personas, pero además, es una regla de autocuidado: evitar contraer otras infecciones de transmisión sexual o adquirir una nueva cepa del VIH diferente a la que ya tienes, que pueda ocasionar resistencia al tratamiento que recibes.
Toma tus medicamentos cada día de forma juiciosa y regular, esto te ayudará a tener una carga viral indetectable. ¿Indetectable? Si, que se traduce en muy poca probabilidad de transmitir el VIH a tu pareja o parejas sexuales, pues el nivel de virus en tu sangre es mínimo.
¿Qué prácticas sexuales puedo realizar?
Caricias, masajes, besos. ¡Todas son bienvenidas! Eso sí desde que sean seguras y no impliquen intercambio de fluidos como el semen, secreciones vaginales o sangre, ya que son muy riesgosas. De ser así, nunca olvides ser responsable y usar el condón, incluso cuando uses juguetes sexuales.
¿Mi pareja también debe tomar medidas preventivas?
La responsabilidad del cuidado es compartida, al igual que las relaciones sexuales. Es importante que todos los implicados, se preocupen por fortalecer su sistema inmunológico, como una forma de disminuir el riesgo de transmisión y realizarse periódicamente pruebas de detección del VIH, para llevar un control del estado de cada uno.
¿Qué pasa si se rompe el condón?
En caso de tener un accidente, tienes derecho a solicitar en el servicio de urgencias de tu EPS una profilaxis post exposición. ¿Y eso qué es? Un tratamiento controlado con medicamentos antirretrovirales durante 28 días, que debe iniciarse las primeras 72 horas (los primeros 3 días) de la situación de riesgo para evitar la transmisión del virus.